La Asociación de Aviones Ultralivianos del Perú fue fundada el 1ro. de mayo de 1981.
Contamos con dos pistas, la 19 parcialmente en concreto y afirmada en la segunda mitad y la pista 29 completamente en concreto, con una longitud aproximada de 400 y 500 metros respectivamente.
Nuestras instalaciones incluyen además 10 hangares, torre de control y una casa club.
Somos un club aerodeportivo y tenemos alrededor de 30 aviones, desde los tradicionales aviones de tubo y tela, hasta los más modernos con estructura de aluminio enchapado y también algunos fabricados con fibra vidrio y de carbono.
Nuestros aviones están equipados principalmente con motores Rotax de 2 y 4 tiempos (447, 503, 532, 582 y 912) pero también contamos con motores Jabiru de 4 tiempos.
Somos miembros de la Federación Peruana Aerodeportiva-FEPEA, que a su vez está afiliada a la Federación Aeronáutica Internacional - FAI
Vista aérea de las instalaciones de nuestro Aerodromo ubicado en el Balneario de San Bartolo en la Quebrada de Cruz de Hueso, a la altura del Km. 52 de la Panamericana Sur, Lima PERU
Nuestra Ubicación
Aerodromo de Cruz de Hueso - San Bartolo Km. 52 Panamericana Sur
Valiente CONDOR de todos los ANDES
Tu osadía era el escudo de tu VALENTIA
Tu vocación llegar a las alturas GRANDES
Ecologista Fotógrafo y Artista
Con tu lente la naturaleza eternizaste
Tu alma noble se convirtió en ANGEL ARPISTA
Y volaste al cielo donde al fin ATERRIZASTE
En sentido homenaje al mas MACHO de los Cóndores andinos.
ARRIBA SIEMPRE ARRIBA HERMANO OMAR.
ADMIRAMOS TUS PROEZAS Y AHORA ERES EL ICONO DE LA AVIACION DEPORTIVA MUNDIAL, TUS FOTOGRAFIAS Y TUS TRABAJOS SON EL TESORO DE LA AVIACION AERODEPORTIVA DEL MUNDO.
PROTEGENOS DESDE LO ALTO
TU ADMIRADOR, COLEGA Y AMIGO
Guido Fernandez - GUIDIN
El cielo no es el limite, ahí comienza la aventura.
Pensamiento
"Porque una vez que hayas probado el vuelo, caminarás sobre la Tierra con la mirada levantada hacia el cielo; porque ya has estado allí y querrás volver"
Leonardo Da Vinci
Poema
Somos Humanos alados
Somos Hombres Privilegiados
El Espacio es nuestro Hogar
Y Volar nos emociona.
Volamos porque lo amamos
Somos pajaros humanos,
Y agarrados de las manos
Gozamos del infinito
El viento humedo nos enmborracha
con una beodez exquisita
nuestros sentidos se aumentan
hasta el orgasma etereo
Nuestros cabellos cual plumas
se humedecen de emoción
nuestra mirada se fija
buscando la eternidad
Somos felices arriba
quisieramos flotar por siempre
Somos criaturas aereas
aunque regresemos a tierra
El cielo es nuestro dominio
y es este nuestro destino
Ufanos extendemos las alas
para ser felices en nuestro camino
El viento es a veces nuestro aliado
Otras veces es una amenaza
El respeto al aire amado
y a volar y a ver que pasa
por Guido Fernández
Mi copiloto por siempre
EL Señor ME ACOMPAÑA, me cuida y vigila
En la cabecera mi aeronave al despegar enfila
A muchos destinos y diferentes misiones
Cumpliendo con lo que tu propones.
De la mano me llevas y eres mi monitor,
Siento tu presencia y acepto tu asistencia
Del calor de tu espirito siento el amor,
De tal manera confirmas tu presencia.
Nunca vuelo sólo, tú eres mi cuidante
Observas cada momento y movimiento,
Atento en especial si el vuelo es rasante,
Listo para intervenir en cualquier momento.
Siempre estas a mi lado, muy cercano
Siento el calor y aroma de tu aliento
Me das seguridad y del azul mi hermano
Al destino llegaremos con la ayuda del viento.
No puedo verte pero siento tu presencia.
Sé que siempre estarás conmigo
Para controlar mis errores y vehemencia,
Oír tus susurros y consejos de mejor amigo.
Es por eso mi SEÑOR AMO y DUEÑO
Me siento seguro porque estás conmigo,
Es por eso que con tu espíritu risueño,
Sé que estas a mi lado, como buen amigo.
Gracias por ser de mi tripulación,
No me despido, siempre estarás presente
Ya eres parte de nuestra AVIACIÓN
Mantendremos tu presencia en nuestra mente.
Gracias Señor,
por acompañarme siempre".
por Guido Fernández
Piloto
Existen dos variedades de pilotos, aquellos que llevan en su sangre la necesidad de volar por la misma razón que necesitan, dormir, comer o respirar, y aquellos que lo hacen simplemente por tarea, por obligación o porque no tienen otra alternativa. Los últimos, usualmente llegan a la profesión por casualidad, u otra forma no planeada.
Los primeros, frecuentemente tienen la inquietud desde la niñez cuando veían en los aviones algo notable, místico, sublime quizás. Muchos de estos empezaron de pequeños a construir modelos de aeroplanos o acumulando fotos, pósters o cualquier otra colección con motivos aéreos. Conocían las especificaciones y datos de cualquier avión con lujo de detalles. Cuando crecen y tienen la fortuna de realizar su sueño de niñez, disfrutan enormemente su trabajo, se sienten (y son) los hombres más afortunados del planeta.
Este grupo conoce la diferencia entre volar para subsistir y subsistir para volar. La aviación les enseña orgullo como también humildad y, a pesar de que volar es un hechizo, ellos caen voluntariamente víctimas de su maleficio. -Cuando en tierra y durante días soleados, observan continuamente el firmamento añorando estar allí. Durante días lluviosos y nublados, recrean los procedimientos de vuelo en sus mentes. -El piloto sabe que el mejor simulador de vuelo está en él mismo, en su imaginación, en su actitud; porque la mente del piloto está siempre accesible a elementos nuevos y comprende que para volar necesita creer en lo desconocido. No obstante, pilotos son hombres lógicos, disciplinados, que por necesidad precisan de pensar claramente, de otra manera se arriesgan a perder violentamente la vida.-
Al sentarse en la cabina, el verdadero piloto no ata su cuerpo al cuerpo del avión, todo lo contrario, a través del arnés, él amarra el avión a sus espaldas, a su completa anatomía. Los controles de la aeronave pasan a ser una extensión de su persona. Esta simple acción une al hombre y al aparato en la simetría de una sola entidad, en una mezcla única e indescifrable. Cada vibración, cada sonido, cada olor tiene sentido, y el piloto los interpreta apropiadamente. -No hay duda de que el motor es el corazón del avión, pero el piloto es el alma que lo gobierna.-
Pilotos no ven a sus objetos de afección como máquinas, todo lo contrario, son formas vivientes que respiran, y poseen diferentes personalidades. En momentos dialogan y hasta riñen con ellos. - Estos seducidos mortales perciben a los aviones con dotes de belleza incondicional. Porque nada estimula más los sentidos de un aviador que la forma exquisita de una aeronave. No lo pueden evitar, están infectados por el sortilegio y vivirán el resto de sus vidas cautivadas por el embrujo de su belleza.
Para el piloto percibir un avión es como encontrar un familiar perdido, una y otra vez. Cuando el destino trágico muestra su inexorable presencia y vidas se pierden en infortunios aéreos, la esencia del piloto se entristece por lo acontecido. Más no podrá evitar, quizás por un infinitesimal segundo, que la sombra de su pensamiento se remonte al aparato y un golpe de aflicción, por el “amigo” caído, le sea inevitable.
Para el aviador, el sonido de pistones es una espléndida sinfonía, el sonido de un jet la síntesis de la fuerza. Aviones peligrosos no existen, solamente no piloteados adecuadamente. Para él, aeropuertos son altares al talento humano, allí se realizan diariamente los desafíos y milagros frente a la energía de la naturaleza y la fuerza de la gravedad. Son lugares sagrados donde el ritual de volar se exalta y se glorifica. De donde caminos y fronteras se contraen y el mundo empequeñece. En los que igual se llora de alegría que de tristeza. En donde nacen esperanzas y sucumben ideales. En los que se evocan sitios lejanos y se añoran ausentes queridos. En donde en el sonido del silencio habitan los recuerdos y las hazañas de gigantes.
En el aire el piloto está en su elemento; es su hogar es allí donde él pertenece. Es allí donde él logra liberarse de las esclavitudes que lo sujetan a la tierra. Es un obsequio de los dioses y el aviador lo acepta con respeto y alegría. Este privilegio le permite escalar las prodigiosas montañas del espacio y alcanzar dimensiones en el firmamento que otros mortales no han alcanzado. Este regalo le permite apreciar la perfección del Creador y la absurda pequeñez de los humanos. Le permite, igualmente, reconocer que nadie ha visto la montaña hasta que ve su sombra desde el cielo.
Distinguir una persona que ha perdido su alma a la aviación es fácil: en una muchedumbre, cuando un avión pasa, su mirada se tornará inmediatamente al firmamento buscándolo, y no descansará hasta hacer contacto visual con el objeto de su distracción; no importa cuantas veces haya visto el mismo avión, es preciso verlo. -Es algo inconsciente y se origina espontáneamente.-
Pilotos quizás puedan explicar los elementos físicos de vuelo, pero describir lo que le ocasiona a su existencia es imposible. Porque explicar la magia de volar es más allá de las palabras…
El Antarqui
"Antarqui, el niño que puede volar..."
Según la leyenda el Antarqui era un chasqui con la peculiaridad que podía viajar de cerro en cerro deslizándose por el aire gracias a un parapente rudimentario fabricado con telas de algodón, lana, o alpaca.
Cuenta la leyenda que en el lago Titicaca (Titijaja) producto de un rayo de la luna (Quilla) reflejado sobre el lago, nació un niño, se llamaba Antarqui. Pudo nadar sin ahogarse y salió a la orilla, luego construyó con sus manos una balsa de totora y recorrió de orilla a orilla todo el lago.
Antarqui vio las cumbres y las escaló hasta llegar a lo más alto, ahí tejió un poncho con los colores de la bandera del Tahuantinsuyo y quiso alcanzar una estrella y se lanzó desde lo alto y voló hasta las estrellas donde sigue volando a placer.